Benjamin Clementine

Le troubadour owns the beat

My mind is a mirror, a reflection only known to me
And for those who hate me, the more you hate me 
The more you help me
And for those who love me, the more you love me
The more you hurt me
When I go to bed in the night, I see some children in the light
Fighting unknown shadows behind my mother’s back
And although I don’t understand my dreams
I know somewhere, there is hope, there’s hope, there is hope

Le troubadour llegó vestido con un blusón «shakespear-iano», descalzo y con su tupé desbordante de personalidad… Saludó y se desnudó el alma. Sus narraciones cantadas, se balanceaban tanto como su cuerpo a lo largo del escenario.

«Treat others the way, you wanna be treated
Remember your days are fully numbered»

Nos iba relatando, entre risas, y mientras soltaba vagas palabras en castellano. Nos reíamos…¿acaso nadie estaba escuchando lo que decía el trovador?

Melancolía recubierta de cierto halo católico y literario; un orador desprendiendo todo cuanto aire sus pulmones podían albergar. Dándolo todo (y contándolo literalmente todo con ese timbre y esos tonos que solo los negros pueden hacer) semejaba el narrador de una historia donde la música jugaba un papel palpitante como co-narrador. A pizzicato de cello, golpes de contrabajo airado y violines que lo empastaban todo muy muy fino.

Historias de vida que invitan a pensar. Filosofía convertida en música y apoyada en ritmos que no pueden olvidar el origen de su genética. Un inglés apoyado por cuerdas parisinas de la mayor «qualité» pero descalzo, sintiendo el pulso de cada nota; amando al piano con sus dedos y dejándonos gozar de un espectáculo más cercano a un diario personal que a un recital de música. Una raza superior inventando un género musical in situ.

Before I was born there was a storm 
Before that storm there was fire
Burning everywhere
And everything became nothing again
And then out of nothing
Out of absolutely nothing I Benjamin, I was born
So that when I become someone one day
I will always remember that I came from nothing

Hemos pasado un evening increíble contigo Benjamin. De verdad de la buena.

Solo me produce tremenda tristeza e inquietud, qué pensamientos o vivencias han recorrido una mente tan joven para desarrollar unas letras tan intensas y desgarradoras que pueden penetrar hasta en los corazones más inexpertos.

Gracias por la sensibilidad, por cada palabra y por cada nota. I’m also sending my condolences to fear.

 

 

 

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